La rubéola es una enfermedad viral exantemática aguda, causada por el virus de la rubéola (RuV). Aunque generalmente es benigna en niños y adultos, puede causar graves malformaciones congénitas si la infección ocurre durante el embarazo.
CLASIFICACIÓN
El virus de la rubéola pertenece a la familia Togaviridae, género Rubivirus. Es el único miembro de este género que infecta a los humanos.
MORFOLOGÍA
Es un virus de ARN monocatenario positivo, envuelto, con un tamaño de 50-70 nm de diámetro. Su cápside es icosaédrica y está rodeado por una envoltura lipídica con glicoproteínas E1 y E2, esenciales para la adhesión y entrada a la célula huésped.
FACTORES DE PATOGENICIDAD
La patogenicidad del virus de la rubéola está determinada por su capacidad de diseminarse por vía hematógena tras la replicación en el epitelio respiratorio. Durante la viremia, se disemina a tejidos linfoides y otros órganos. En mujeres embarazadas, puede atravesar la placenta y causar alteraciones graves en el desarrollo fetal.
PATOLOGÍAS
Rubéola posnatal: Se presenta tras un período de incubación de 14 a 21 días. Su cuadro clínico se caracteriza por:
- Fiebre baja.
- Adenopatía retroauricular, cervical y occipital.
- Exantema maculopapular que inicia en la cara y se extiende al tronco y extremidades, con una duración de 3 días.
- Artralgias y artritis, más frecuentes en adultos.
Rubéola congénita: Si la infección ocurre en el primer trimestre del embarazo, el virus puede provocar el Síndrome de Rubéola Congénita (SRC), que se manifiesta con:
- Triada clásica: cataratas, sordera neurosensorial y cardiopatías congénitas (persistencia del conducto arterioso, estenosis de la arteria pulmonar).
- Retraso del crecimiento intrauterino.
- Microcefalia y retraso mental.
- Hepatoesplenomegalia.
- Trombocitopenia con púrpura ("síndrome de bebé arándano").
DIAGNÓSTICO
Se basa en la clínica, pero se confirma mediante pruebas de laboratorio:
- Serología: Detección de anticuerpos IgM (fase aguda) e IgG (inmunidad adquirida).
- RT-PCR: Detecta ARN viral en sangre, orina o líquido amniótico en caso de sospecha de rubéola congénita.
- Cultivo viral: Poco usado en la práctica clínica.
TRATAMIENTO
No existe un tratamiento antiviral específico. El manejo es sintomático con antipiréticos y reposo. En casos de artralgias intensas, se pueden administrar antiinflamatorios no esteroides (AINEs). Para la rubéola congénita, el manejo es multidisciplinario según las complicaciones presentes.
PREVENCIÓN
La principal medida preventiva es la vacunación con la triple viral (SRP: sarampión, rubéola y parotiditis), que se administra en dos dosis (al año de edad y un refuerzo entre los 4-6 años). En mujeres en edad fértil, se recomienda la vacunación previa al embarazo para evitar la transmisión congénita.
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