¿QUÉ ES EL COVID-19?

 

La enfermedad por coronavirus 2019 (COVID-19) es una infección respiratoria causada por el SARS-CoV-2, un betacoronavirus identificado por primera vez en Wuhan, China, en diciembre de 2019. Se propagó rápidamente por el mundo, siendo declarada pandemia por la Organización Mundial de la Salud (OMS) en marzo de 2020. Su presentación clínica varía desde cuadros leves similares a un resfriado hasta neumonía grave, síndrome de dificultad respiratoria aguda (SDRA) y fallo multiorgánico. Su alta capacidad de transmisión y la aparición de variantes han desafiado los sistemas de salud, impulsando el desarrollo de vacunas y tratamientos para reducir su impacto global.

CLASIFICACIÓN

El SARS-CoV-2 pertenece a la familia Coronaviridae y al género Betacoronavirus. Es un virus ARN de cadena sencilla con polaridad positiva y envuelto. Es el agente causal de la enfermedad por coronavirus 2019 (COVID-19), declarada pandemia por la OMS en marzo de 2020

MORFOLOGÍA

SARS-CoV-2 es un virus esférico con un diámetro aproximado de 50-200 nm. Posee una envoltura lipídica con proteínas estructurales clave: Spike (S), Membrana (M) y Envoltura (E). La proteína S es fundamental para la entrada del virus, ya que se une al receptor ACE2 (enzima convertidora de angiotensina 2) en las células humanas. Su genoma es un ARN de aproximadamente 30 kb, uno de los más largos entre los virus ARN.

FACTORES DE PATOGENICIDAD SARS-CoV-2 infecta las células epiteliales del tracto respiratorio al unirse a ACE2, facilitando su entrada con la ayuda de la proteasa TMPRSS2. Una vez dentro, utiliza la maquinaria celular para replicarse y propagarse. La inflamación descontrolada, mediada por citocinas como IL-6 y TNF-α, puede causar una tormenta de citocinas, responsable de la insuficiencia respiratoria severa en casos graves. Además, el virus altera la coagulación sanguínea, aumentando el riesgo de trombosis.

PATOLOGÍAS

COVID-19 leve: Presenta síntomas similares a una gripe, incluyendo fiebre, tos seca, fatiga, anosmia (pérdida del olfato) y ageusia (pérdida del gusto). En la mayoría de los casos, los síntomas desaparecen en 1-2 semanas. COVID-19 moderado: Puede incluir neumonía con fiebre alta, disnea leve y alteraciones en la tomografía (opacidades en vidrio esmerilado). En estos casos, la saturación de oxígeno se mantiene mayor al 93%. COVID-19 grave Se caracteriza por neumonía severa, hipoxemia (SatO₂ < 93%), dificultad respiratoria, infiltrados pulmonares extensos y aumento de marcadores inflamatorios. Puede evolucionar a síndrome de dificultad respiratoria aguda (SDRA), fallo multiorgánico y muerte. COVID-19 prolongado (Long COVID): Algunos pacientes experimentan síntomas persistentes durante meses, incluyendo fatiga crónica, disnea, niebla mental y disautonomía. DIAGNOSTICO El diagnóstico se basa en la detección del ARN viral mediante RT-PCR en muestras nasofaríngeas o salivares. También se utilizan pruebas rápidas de antígenos para detección temprana. La serología (IgM/IgG) se usa para evaluar infección pasada. Estudios de imagen como la tomografía computarizada (TAC) muestran infiltrados pulmonares típicos, como el patrón en vidrio esmerilado. TRATAMIENTO No existe un antiviral específico completamente efectivo, pero se utilizan fármacos para reducir la inflamación y mejorar la oxigenación. En casos leves, se recomienda reposo, hidratación y antipiréticos como paracetamol. En casos graves, el manejo incluye oxigenoterapia, dexametasona para disminuir la inflamación y anticoagulantes para prevenir trombosis. En algunos pacientes hospitalizados se ha administrado remdesivir y anticuerpos monoclonales. En situaciones críticas, se requiere ventilación mecánica o incluso ECMO en casos de insuficiencia respiratoria extrema.

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